Ha sido una constante desde que el mundo es mundo, y sobre todo en las últimas décadas, cuando el sexo ya no está considerado como un tabú, el porno sea ido expandiendo y cada vez lo hemos tenido más fácil para acceder a videos y escenas de este tipo de fantasías. Pero a los hombres, en su mayoría, siempre les ha gustado ver cómo dos chicos se disfrutan sexualmente entre ellas. Es algo que no suele ocurrir al contrario, con una chica viendo a dos gais teniendo sexo, y que además tiene muchísima popularidad entre el sector masculino, especialmente el hetero. Aunque no haya un solo hombre en la escena, la excitación es máxima en la mayoría de casos. ¿A qué se debe todo esto?

Sencillamente, el hombre lleva mucho más tiempo que la mujer liberado de ese tabú sexual, ha comprendido que debe ir mucho más allá de las típicas fantasías heterosexuales, y ha puesto sus ojos en los vídeos y escenas con dos mujeres, por motivos que vamos a desgranar a continuación. Da igual que no aparezca ningún chico en la escena con quien sentirse identificados, los hombres tienen la suficiente imaginación como para meterse de lleno en esa fantasía y sentir que están ahí, con dos preciosas chicas dispuestas a darlo todo en la cama. Una de las cosas más curiosas que ocurre con esto es que algunos de esos hombres luego tienen una mente muy cerrada para aceptar que dos personas del mismo sexo puedan estar juntas… más allá de la cama.

La excitación de adoptar el rol de un voyeur

Una de las mejores explicaciones para entender el morbo que provoca en muchos hombres esas escenas lésbicas es, sencillamente, el placer que produce ser un voyeur y ver desde fuera cómo otras personas están teniendo relaciones. Participar es algo divertido y muy excitante, pero estar cerca y ver cómo dos chicas se entregan al placer mutuo sin participar en ello también tiene su punto. Porque el tema de estar viendo algo prohibido siempre funciona. Hay muchísimos hombres que solo encuentran esa excitación ardiente cuando son voyeurs porque le pone lo prohibido, lo ardiente, el no formar parte de la escena pero estar disfrutándola igualmente. Es algo que ocurre a menudo y es también una de las fórmulas más elementales para entender esa pasión por el sexo entre lesbianas que muchos tienen.

¿Les causa sensación de poder?

El machismo y la supuesta posición de poder del hombre sobre la mujer también tiene mucho que ver en esto. Como ya hemos explicado antes, las mujeres no suelen ponerse a ver escenas entre hombres, incluso las que se consideran más abiertas de mente. Eso no les atrae demasiado. Pero los hombres sí que sienten esa excitación cuando ven a dos mujeres enrollándose y disfrutando de un placer morboso y exquisito, tal vez porque en el momento de empezar a imaginar cosas en su mente, más allá de la pantalla, se ve a sí mismo en la escena, con esas dos chicas dispuestas a saciarle por completo  y hacerle sentir en la gloria con los placeres más exquisitos. Dos chicas calientes y viciosas a su entera disposición… ¿quién iba a negarse a esto?

Esa posición de poder, de considerarse siempre por encima de las dos chicas, hace que el hombre piense automáticamente que si disfrutan entre ellas, también disfrutarán con él. El propio hecho de encontrar a un par de chicas ardientes y con ganas de pasarlo bien en la cama ya es un descubrimiento feliz para cualquier hombre. Está claro que también hay escenas de este tipo, trios Mujer-Hombre-Mujer, en la que igualmente vemos a dos chicas preparadas para complacer a un chico, en este caso en la escena. Y aun así, hay hombres que prefieren las escenas lésbicas. ¿Por qué ocurre algo así? Puede que tenga que ver con la propia visión de la masculinidad y la hombría, o por el sencillo hecho de poder proyectarse más fácilmente dentro de la escena.

¿Por qué les excita la ausencia de un hombre?

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A esto nos referíamos arriba. La excitación de muchos hombres es mayor en las escenas de dúo lésbico que en las de trío con un hombre, porque al no haber ninguna figura masculina representada en la pantalla, ellos pueden crear su propia fantasía, en la que son protagonistas y no solo espectadores, de una manera mucho más sencilla. Cuando aparece un chico en la pantalla, aunque sea de manera inconsciente, los hombres son incapaces de no compararse con él en todos los sentidos. Como suele ser, además, el que guía la acción de la escena, al final esta toma unos derroteros que pueden no ser los que el espectador está deseando ver. Por eso, el sexo lésbico es más excitante y también  inofensivo en ese sentido, permitiendo que la imaginación del espectacular masculino se desate de una forma más ardiente.

¿Realmente les produce mucho morbo?

Está comprobado que para una gran mayoría de hombres, ver escenas de sexo lésbico resulta tremendamente excitante. Las razones que hemos expuesto arriba ya lo dejan bien claro, pero por si necesitas alguna prueba más, solo tienes que saber que en las plataformas de videos sexuales profesionales que tanto abundan hoy en día en la red, una de las categorías favoritas siempre es la de Lesbian, es decir, sexo lésbico en todas sus facetas. Aunque las chicas cada vez disfrutan más de este tipo de plataformas, la mayoría de usuarios siguen siendo hombres, y este simple dato muestra a las claras el favoritismo que sienten por los vídeos de este tipo, ya que les excitan sobremanera.

Es cierto que todo el morbo que provocan dos chicas teniendo relaciones entre ellas se asimila mucho también con lo prohibido. Parece que el hombre está más abierto a entender que dos chicas se besen y se atraigan a que lo hagan dos chicos, Fundamentalmente es lo mismo, pero una escena gay hace que un hombre se sienta muy incómodo porque se estaría cuestionando su hombría a cada segundo, o eso piensa él, mientras que una escena lésbica rezuma morbo y belleza porque es algo mucho más excitante. También es posible que la explicación venga de poder asistir a algo que pocas veces puede ver como hombre, ya que normalmente sus relaciones se dan con tan solo  una chica, y puede que esté buscando alternativas para otras fantasías en situaciones y escenas que no está acostumbrado a ver, como las del sexo lésbico.