Las chicas portuguesas nunca aparecen en los rankings de mujeres más hermosas o sensuales del mundo, y eso es algo bastante injusto porque hay muchas mujeres lusas que son tremendamente ardientes. Lo puedes comprobar yendo a este país, o también buscando a alguna chica portuguesa, profesional del sexo, en tu misma ciudad. Seguro que te llevas una grata sorpresa al comprobar cómo es capaz de satisfacerte en cualquier cosa que le pidas, mientras disfrutas de su cuerpazo exuberante lleno de curvas deliciosas. Las mujeres portuguesas saben perfectamente cómo hacer realidad las fantasías de los hombres, entregándose por completo desde el primer momento y saciando una y mil veces todas esas formas de pasión que se te ocurran. Porque estar con una de ellas es ser capaz de ir más allá, olvidarnos de los límites y tabúes, y dejarnos llevar por completo, probando cosas que seguramente ni siquiera podíamos probar antes. Por ejemplo, distintas posturas sexuales a la hora de hacerlo en la cama, para conocer nuevas fórmulas de placer y lujuria, que nos hagan llegar más allá.

La cucharita

Seguro que esta postura ya te sonará, porque de hecho, es una de las más típicas a la hora de dormir en pareja, sobre todo cuando uno de los dos tiene un poco de frío, o cuando queremos sentir a nuestra pareja muy cerca. El hombre se posiciones de costado, justo detrás de la mujer, y ella se adapta a la curva que hace el cuerpo de él en esa posición, dándole la espalda. Así, el hombre tiene acceso a la zona genital de ella desde detrás, provocándole un gran placer con la penetración al estimular mucho más el punto G, mientras que en la parte superior, puede acariciar todo el cuerpo de ella, especialmente los pechos, sin son turgentes, y besarla por el cuello y la espalda para que se ponga todavía más cachonda.

Vaquera inversa

Es una de las posiciones más sugerentes y morbosas, aunque es cierto que se pierde parte de la intimidad en la pareja, ya que la chica estará de espaldas al chico. Esto no tiene porqué ser algo malo, desde luego, pero hay parejas a las que no les gusta tanto este tipo de posturas. Sobre la cama, el chico se queda completamente tumbado mientras que ella se monta encima de su pene, ese sí, dándole la espalda. De esta manera, ella marcará el ritmo de la acción y además, podrá estimular mucho mejor su punto G para un orgasmo más intenso. La posición de ella arriba puede ser más recta o un poco más tumbada, para que el chico pueda tocarle el cuerpo más allá de la espalda.

El perrito

Otro clásico que sin duda deberías probar con las fogosas y cachondas chicas portuguesas, que disfrutan mucho de esta posición, porque a todas las mujeres ardientes les gusta, aunque sea por un rato, sentirse totalmente dominadas por el hombre. Ella se coloca a cuatro patas y nos entrega su sexo mientras nosotros la penetramos por detrás, tomando sus caderas para ir marcando mejor el ritmo. Es igualmente una posición algo despersonalizada porque a no ser que ella se gira, algo bastante incómodo, no veremos su rostro. Pero a veces esto es incluso más morboso, porque oiremos sus gemidos y empezaremos a aumentar el ritmo de la penetración para que no le falte ni una pizca de placer.

El misionero

La otra gran postura clásica del sexo, favorita de muchos, y será por algo. El misionero tal vez no sea la más original de las posturas que podemos realizar, pero desde luego es una de las más efectivas, porque tenemos una buena posición para la penetración y mientras tanto, podemos disfrutar del cuerpo completo de nuestra amante, ver cómo sus tetas se bambolean al ritmo de nuestras embestidas, besarla por toda su anatomía, probar sus labios y ver su carita mientras llega al orgasmo. Podemos variar un poco esta posición, levantando sus piernas para tener un mejor acceso a la vagina, cogiéndole las manos para que se sienta como “atrapada” por esta lujuriosa posición…

La vaca

Parecida al perrito, la vaca es una posición mucho más intensa en la que la chica no se quedará solo a cuatro patas, sino que arqueará la espalda para que el chico, también de rodillas sobre la cama, tenga una mejor disposición para penetrarla. Se consigue un orgasmo  mucho más intenso para ella, y además, el chico puede tener el cuerpo de la chica más cerca para tocarla y disfrutarla en todos los sentidos. Es una de las posiciones más excitantes para realizarlas con las amantes portuguesas, que siempre están buscando nuevas emociones y pasiones calientes y morbosas. Desde luego, las chicas de este país saben cómo darnos esa satisfacción que nos merecemos, y más si nos atrevemos con estas posturas.