Las prácticas sexuales curiosas están copando últimamente una buena parte del interés de todos aquellos que quieren dejar atrás la rutina de las posturas de siempre al hacer el amor, y buscan nuevas emociones, en la forma de este tipo de andanzas sexuales que son realmente curiosas. Por ejemplo, está el Glory Hole, una práctica que desde luego se está volviendo cada vez más popular, a pesar de los posibles riesgos que puede conllevar. De hecho, se necesita una total confianza para realizarla, porque estamos dejando nuestro miembro a merced de la persona que hay al otro lado del agujero.

Comenzó como una práctica usual en bares y garitos gays pero poco a poco se ha ido extendiendo hasta convertirse en una fantasía muy común también entre las chicas y los chicos hetero. Su función es meramente de disfrute, y tiene es punto morboso de no saber, en la mayoría de ocasiones, quién está al otro lado. Eso también puede ser algo problemático, porque como hemos dicho, debemos poner nuestra confianza en esa otra persona. Normalmente la gente se dedica a disfrutar de este tipo de fantasías sin buscarse problemas, porque al fin y al cabo es una forma morbosa y atrevida de llevar nuestro deseo sexual mucho más allá.

En qué consiste esta práctica

Glory Hole es una expresión inglesa que viene a significa “agujero de gloria”, y es una descripción bastante cercana a lo que viene a representar esta práctica. Se trata de introducir nuestro pene por un agujero previamente hecho para tal función, que se encuentra en los servicios de bares gays, discotecas, pubs liberales o salas X. El agujero se hace para que desde el lugar continuo, otra persona pueda disfrutar de nuestro miembro, ya sea a través del sexo oral, anal o vaginal. Cualquier opción está permitida, y lo interesante es que esa otra persona ni siquiera sabe quiénes somos, porque solo tiene “acceso” a nuestro pene. Le basta con eso para disfrutar de un placer intenso, eso sí.

La práctica comenzó hace décadas en los bares gays, algo lógico porque al final los baños suelen estar separados por sexos. Sin embargo, se hizo también muy popular entre los heteros, llamando la atención de muchas mujeres que lo han tenido desde entonces como una fantasía a realizar. En los locales liberales y en ciertos pubs sexuales, este tipo de agujeros son muy comunes en los servicios, donde tampoco es extraño ver que entran tanto hombres como mujeres. Evidentemente, y por propia seguridad, el agujero suele estar bien preparado para esta práctica, ya sea con cinta aislante o con algún otro material protector para evitar posibles daños en nuestro miembro mientras lo realizamos.

Qué ven las chicas en ella

Parece evidente que las chicas encuentran un morbo muy especial en este tipo de prácticas, algo que se sale de lo habitual y que por tanto, las pone mucho más cachondas. Es una opción muy factible para disfrutar de un placer diferente y especial, aunque al fin y al cabo, la relación será la misma. Es cierto que otorga también cierto poder de control a la chica, porque es la que está al otro lado, la que decide qué hacer en cada momento con el miembro del chico. Puede realizarle sexo oral, que es algo bastante común en este tipo de experiencias, pero también un coito completo, vaginal o anal, siempre que el tamaño del pene del chico sea lo suficientemente grande como para permitir esa práctica. El hecho de dominar es también un punto importante dentro de este tipo de experiencias.

¿Es igual de morbosa para los hombres?

Se diría que sí, porque en el momento en el que hay chicas dispuestas a chupar rabos a través del agujero de un servicio, seguro que hay hombres deseando estar al otro lado, ofreciendo su miembro, para ese placer exquisito y especial. Tal vez el chico se sienta un poco más entregado a la causa en este tipo de experiencias, en las que no tiene apenas control sobre lo que ocurre, pero el simple hecho de poder disfrutar de una chica, sin saber si quiera como es, hace que nuestra imaginación se desate y entendamos que puede ser una forma muy especial de disfrutar del sexo, de salir de la rutina de siempre y probar algo nuevo y diferente.

Cosas que debes tener en cuenta a la hora de practicarla

Como ya hemos visto anteriormente, el glory hole es una práctica que puede resultar muy morbosa para ambos sexos, porque ese punto de no conocer a la persona que está al otro lado puede ser definitivo para querer llevarla a cabo. Disfrutar de un placer salvaje con un extraño o una extraña en unos lavabos es una fantasía bastante común, y esta práctica lo lleva a un nuevo nivel. Eso sí, hemos de tomar precauciones, sobre todo si somos hombres, a la hora de ofrecer algo tan delicado como nuestro pene a través de uno de estos agujeros. Lo haremos con la total seguridad de que no vamos a dañarnos durante la experiencia.

Para las chicas, la seguridad también debe ser importante, en el hecho de que el chico siempre debe llevar condón. Bajo ningún concepto aceptaremos ningún tipo de relación sin preservativo, porque ni siquiera sabemos quién está al otro lado. Es por eso que toda precaución es poca. Debemos ser conscientes de los peligros que puede entrañar esta práctica, a pesar de ser muy morbosa, y poner en una balanza si vale la pena disfrutarla a cambio del riesgo que podemos sufrir. Si vemos que sí, solo nos queda dejarnos llevar y gozar al máximo.